El motivo de la hospitalización no era grave, pero supuso una intervención quirúrgica realizada con anestesia general, por tanto, existía un motivo de preocupación previo a la intervención y una serie de, llamémosle ”molestias”, posteriores.
Durante los días que duró el ingreso surgieron múltiples reflexiones sobre la práctica enfermera, después de la observación de las diversas formas de actuar de los diferentes profesionales que participaron en su cuidado y desde la perspectiva que proporcionan muchos años de ejercicio profesional.
Esta experiencia fue el punto de partida para la conversación con compañeras que compartían experiencias similares, tanto en primera persona como en sus familiares y de ella se derivó la decisión de compartirla con la redacción de este documento.