En cualquier base de datos que se consulte, se encuentra bibliografía que trata de los efectos beneficiosos de la realización de ejercicio físico moderado y continuado, ya sea como forma de promocionar la salud y prevenir la enfermedad en la personas sanas o también como medida terapéutica en diferentes enfermedades. Estas consideraciones son aplicables a muchos tipos de alteraciones de la salud, entre las que encontramos el Síndrome de Down.
Si se tiene como referente una definición de salud que englobe todos los aspectos que abarca la conceptualización de persona: físicos, psicológicos, sociales y espirituales, tendremos que tener en cuenta los beneficios en las áreas más complejas que las meramente físicas, como son la ayuda a la integración social, la mejora de la autoestima y el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a un grupo, muy importantes en personas con esta alteración de salud.