El melanoma vulvar constituye el 5-10% de las neoplasias malignas vulvares. Es un tumor raro, que debe tenerse en cuenta en casos de aparición de lesión pigmentada en la vulva en una paciente de edad avanzada o incluso sin lesión aparente, ante un prurito persistente y rebelde a los tratamientos habituales. Los principales factores pronósticos son el grosor de la lesión primaria y la existencia de afectación ganglionar. El tratamiento del melanoma vulvar es fundamentalmente quirúrgico, con una tendencia en las últimas décadas a realizar técnicas cada vez más conservadoras. La ausencia de un tratamiento curativo en el melanoma vulvar metastatizante subraya la importancia de la prevención y del diagnóstico y tratamiento precoz, así como la necesidad de investigar sobre nuevos agentes quimioterápicos, la inmunoterapia y la terapia génica.
La valoración enfermera implica una evaluación cuidadosa de la historia médica, familiar, social, cultural, psicológica y ocupacional de la paciente, además de una exploración física sistemática. Así mismo, los profesionales de Enfermería juegan un papel primordial en la prevención primaria y secundaria del melanoma vulvar.
En este artículo se describen las características de este tipo de melanoma, los factores de riesgo y las intervenciones de prevención y de tratamiento disponibles.