Quien definió por primera vez el término refugiado tenía muy claro hasta dónde abarcaba. “Refugiado” es aquel que a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligado a buscar refugio fuera de su país. Obligado, no voluntario. Buscar, o más bien huir, huir para seguir viviendo. “Huyen de una guerra, lo único que pretenden es alejarse de la muerte y no entienden que el “mundo civilizado” les dé la espalda”, explica Javier Machuca, médico de familia y presidente de la Asociación AYRE (Ayuda a los Refugiados).