Aunque las vacunas víricas han contribuido notablemente al desarrollo social durante el último siglo y medio, muchos datos indican que los grupos que se oponen a su uso han logrado incidir negativamente sobre las coberturas vacunales en los últimos años, haciendo rebrotar en los países desarrollados ciertas enfermedades que ya se hallaban al borde de la eliminación e incluso provocando indirectamente algunas muertes que podrían haberse evitado. Respondiendo al llamamiento de muchos salubristas preocupados por esta deriva social, el presente artículo pretende difundir información veraz sobre la trascendencia real de las enfermedades que combaten las vacunas víricas, sobre algunos conceptos que ayuden a enjuiciar correctamente su eficacia y su seguridad y sobre las consecuencias que derivan del rechazo a las vacunas incluidas por la autoridad sanitaria en los calendarios de vacunación, tanto para las personas como para la comunidad.