Para la mayoría de las lesiones medulares no hay ningún tratamiento curativo, y dado el gran impacto que ocasiona en la calidad de vida de estas personas, las intervenciones van orientadas, entre otras, a la adaptación del nuevo estado de salud y a la obtención de la mayor independencia y autonomía posible en las necesidades del individuo. Además, después de la lesión se experimenta ansiedad y preocupación extrema que impide el manejo adecuado de las emociones, por lo que será necesario un seguimiento adecuado del proceso de duelo para la pronta recuperación psicológica.
Dada la relevancia del abordaje adecuado en el proceso de duelo en el paciente lesionado medular se propone la exposición de un caso clínico de un paciente joven con dicha situación y experiencia, que pueda ayudar a otros profesionales. Para ello se elabora un plan de atención enfermero siguiendo el modelo teórico de Virginia Henderson y la taxonomía NANDA, NOC y NIC.