Un día cualquiera Vanesa Muñoz acudió, como tantas otras veces, a una revisión rutinaria con su ginecóloga. Lo que no se esperaba es que saldría del hospital con una noticia que le cambiaría la vida. Tenía cáncer, esa palabra que desde hace años asusta y que tantas vidas se ha llevado injustamente. El mundo se le vino abajo, tan solo escuchaba palabras como quimioterapia, Port-a-cath, TAC... porque en su cabeza había miedo y solo retumbaba una frase: “mi hija”, una niña que para entonces tan solo tenía 2 años.