Desde pequeña, Sandra Bellver Fructuoso ha estado vinculada al deporte. Comenzó con el tenis, y ello le despertó la ambición y la ilusión por la competición. Tras nueve años de enfermera, la mayor parte en el área de semicríticos, decide dedicarse plenamente a su pasión: el pádel. Gracias al apoyo que recibió por parte de sus compañeros en el Hospital de Bellvitge (Barcelona) pudo compatibilizar ambas profesiones; ahora Sandra da un paso al frente y decide apostarlo todo por el deporte.