La Insuficiencia Venosa se podría afirmar que ha estado ligada al ser humano desde sus orígenes, desde que éste decidió adoptar la posición erecta, lo que provocó unas alteraciones hemodinámicas para las que el cuerpo no estaba preparado. Esta circunstancia convirtió a la Insuficiencia Venosa, y por extensión a la Úlcera Venosa, en una patología exclusiva del género humano, pese a existir otros animales, como la jirafa, que por su constitución soportan iguales o mayores presiones hidrostáticas en sus extremidades inferiores. En los países industrializados, donde existen estadísticas sobre estas patologías, aproximadamente el 5% (1) de la población adulta sufre...