IntroducciónEn la evolución de la reanimación, las técnicas modernas nacieron por necesidad, después de que Thomas Morton, en 1846, comenzase a utilizar éter sulfúrico y cloroformo como anestésico, con las consiguientes complicaciones, como obstrucción de vía aérea, apnea y paro cardiaco. En la I Guerra Mundial, al usar estos productos como anestésicos, los anestesiólogos comenzaron a empujar la mandíbula hacia el plano anterior y extender la cabeza, con objeto de liberar la vía aérea para introducir de mejor manera el anestésico. En cuanto a las compresiones torácicas, fueron desarrollándose diferentes métodos, colocando al paciente en decúbito prono, decúbito supino, con...