Se acepta que en el 90% de los individuos con duelo este va a remitir espontáneamente, incluso sin ninguna intervención. El resto acaban desarrollando cuadros de depresión (Tablas 2 y 3), a veces con riesgo de suicidio y, menos habitual, trastornos de ansiedad por consumo de tóxicos, trastornos de conducta u otros (American Psychiatric Association, 2014). Durante el primer año, tras el duelo aumenta el número de consultas pero no el de hospitalizaciones. Existe un incremento en el consumo de alcohol, ...
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