La presentación, evolución y pronóstico de este tipo de trastornos en la salud de las personas y de sus familias varía considerablemente de unos casos a otros, confiriendo amplia heterogeneidad. Esta circunstancia depende directamente de la complejidad y naturaleza del cuadro clínico, de la edad, del afrontamiento personal, familiar y social y, por supuesto, del abordaje sociosanitario realizado. Existe diferente expresión sintomática entre población infantil en comparación con adolescentes-adultos. En menores se destaca la afectación del desarrollo evolutivo, fluctuando los síntomas específicos de conducta alimentaria e incluso pasando inadvertidos o eclipsados. Según Bryan-Waugh (2000), se espera que aparezca pérdida de peso...