En la cirugía ortopédica la demanda de transfusiones sanguíneas ha aumentado en las últimas décadas, siendo la donación homóloga altruista limitada e insuficiente. Entre las nuevas opciones se encuentra la recuperación de sangre autóloga, siendo el personal de enfermería el encargado de este proceso.
Objetivos:
- Conocer el grado de anemización de los pacientes intervenidos de prótesis de (cadera, rodilla) y de columna.
- Evaluar la eficacia de la recuperación de sangre autóloga en las intervenciones traumatológicas señaladas.
- Mostrar el papel del personal de enfermería en la recuperación sanguínea.
- Conocer las complicaciones.
Material y método: se ha realizado un estudio observacional transversal, de tipo descriptivo, durante 15 meses (noviembre de 2004 a enero de 2006). Empleando los datos de la historia clínica informatizada, de los pacientes en los cuales se ha utilizado la transfusión autóloga mediante el recuperador sanguíneo Cell Saver 5®, intervenidos de:
- Implantación o sustitución de prótesis de rodilla o cadera.
- Cirugía de columna.
En el estudio se ha revisado valores analíticos prequirúrgicos y posquirúrgicos, cantidad de sangre recuperada y reinfundida, complicaciones y necesidad de cuidados surgida durante la técnica.
Resultados: el recuperador de sangre se colocó en 127 pacientes intervenidos quirúrgicamente, el 71,5% de rodilla, 22% en columna y el 6,5 % en caderas.
Se recuperó una media de 2.041 ml de sangre no depurada, reinfundiendo después del proceso de recuperación, una media de 422,69 ml de sangre depurada. En 44 casos no se reinfundió al obtenerse niveles por debajo del límite mínimo establecido para procesar la sangre.
En 20 pacientes (15,7%) fue necesario el empleo de sangre homóloga, de ellos, en 7 pacientes sólo transfusión y en 13 combinación de recuperador y autotransfusión.
Conclusiones y/o discusión: según los niveles de hemoglobina preoperatorios y postoperatorios, se ha podido observar que el mayor grado de anemización se ha producido en los pacientes intervenidos de cirugía de columna, seguido de intervenidos en rodilla y cadera. Se ha mostrado la necesidad del uso de la transfusión de sangre en la cirugía traumatológica y como la recuperación autóloga, a la vista de los resultados, es una alternativa real y eficaz. Siendo fundamental el papel de la enfermera en la recuperación sanguínea y su transfusión al paciente.