Esta aportación parte de mi visión de la “post-modernidad en Enfermería” como nueva perspectiva de abandono del horizonte de universalidad o de universalización de la humanidad, de la desaparición de la idea de un progreso disciplinar enfermero sólo basado en la racionalidad técnica, que no es el fin del modernismo, sino su estado naciente y este estado es constante. Nos encontramos en una suerte de “bricologe”, de de-construir, reconstruir, destejer y volver a tejer, desde la abundancia de citas, de elementos tomados de estilos o de períodos anteriores clásicos o modernos y sobre todo de la necesidad de prestar atención a los cambios que han afectado a las grandes categorías a través de las cuales las enfermeras pensamos la identidad, las relaciones recíprocas y la referencia individual o si se quiere, sobre la individualización de las referencias en enfermería.