• Debería informarse a las mujeres de que el consumo de alcohol en dosis relativamente bajas aumenta el riesgo de retrasar el crecimiento fetal y de que el parto sea prematuro.Contexto
• Los profesionales sanitarios deberían aconsejar a las mujeres embarazadas que, dado que es difícil calcular la cantidad de alcohol que consumen, lo mejor para el feto es abstenerse de consumirlo.
• Las embarazadas que consumen alcohol en dosis elevadas deberían recibir orientación, servicios prenatales e intervenciones adecuadas en un entorno comprensivo y sin prejuicios.
• Es necesario realizar estudios que investiguen la asociación entre los desenlaces fetales y la dosis y la pauta de consumo de alcohol de las madres.