Para su realización se llevó a cabo un estudio cuantitativo-cualitativo, basado en grupos de discusión y en encuestas, sobre una muestra de 100 enfermeras del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Los resultados se movieron entre dos polos: juventud y madurez. El contrato por interinidad fue el más representativo, seguido del de acumulación de tareas y por incapacidad transitoria. El trabajo es considerado como un bien económico con una valoración de 7,65 sobre 10. Los criterios de contratación no se consideraron buenos. Entre las medidas que se propusieron estaban evitar la dedocracia, así como reconocer las aptitudes y eficacia de los trabajadores. Es satisfactorio apreciar que el profesional de la sanidad se siente satisfecho de su trabajo en un 87%.