El cuidador, más bien la cuidadora, puesto que sigue siendo un rol mayoritariamente femenino, es el sustantivo que define nuestra profesión, la Enfermería, y que actualmente se asocia a la figura familiar que asume los cuidados, a veces muy especializados, con toda la carga emocional que conlleva, especialmente, si el que cuida es su hijo/a.
Este artículo pretende rendir un hondo reconocimiento a estas mujeres y a sus familias para al mismo tiempo reflexionar sobre nuestra relación con ellas y sus familiares. ¿Cómo les consideramos?, ¿qué les aportamos? Si la familia es el ejecutor de los cuidados ¿cómo nos planteamos ayudar a cuidar?