Entre las funciones que desarrollan los Diplomados en Enfermería está la docencia. En ella, la actividad más conocida es la que tiene relación o bien con la docencia universitaria o bien con la docencia continua como profesionales de enfermería; pero quizás una de las parcelas más desconocidas es el trabajo realizado en la comunidad. Tal como argumenta el enfermero y pedagogo, Dr. José Luís Medina, el conocimiento enfermero se construye en la misma acción: “a cuidar se aprende cuidando” (Medina, 1998); o lo que es lo mismo, deben aprehenderse las formas de indagación usadas por las enfermeras expertas, de manera que la experiencia de aprendizaje conduzca a “actuar como” y “pensar como” un profesional competente. El aprendizaje enfermero “se construye antes, durante la acción enfermera y en la reflexión sobre la acción ya realizada” lo que Schön, en 1992, denominó “reflexión en la acción” y “reflexión sobre la acción”. Es decir, pensar en lo que se está haciendo mientras se está haciendo de forma continua o en espiral, en un proceso de construcción del saber (saber hacer, saber ser y saber estar).
El presente trabajo pretende mostrar cómo ha ido transformándose nuestra visión previa sobre el papel docente, como estudiantes de enfermería, al experimentar a través de una intervención educativa en el “Día Mundial del Sida”, nuestro rol como educadores y analizar, a la vez, los campos en los que debiéramos profundizar.