En situación de catástrofe se precisa de la intervención de muchos profesionales con campos de actuación diferentes y con formación específica. Pero todos ellos, por el hecho de ser intervinientes, incluidos los profesionales sanitarios en general y los enfermeros en particular, deben ser considerados como potenciales víctimas psicológicas de dicha situación.
Es necesario que los profesionales enfermeros estén informados y entrenados para poner en marcha los mecanismos que pueden ayudar a disminuir las consecuencias psicológicas de esa actividad. Es preciso que se considere después de la actuación en una catástrofe si los enfermeros necesitan una intervención a nivel psicoemocional, que libere las cargas emocionales o bien si precisan algún otro tipo de terapia psicológica que permita reducir las secuelas de un posible estrés postraumático, del que no estan exentos de padecer a pesar de la profesionalidad y la experiencia.