Las lesiones producidas por mordedura de serpiente representan aproximadamente unos 360 casos al año en España, agrupándose de primavera a otoño, siendo los meses de verano los que presentan mayor incidencia. Aunque dentro de la totalidad de las urgencias debidas a animales marinos y terrestres, el porcentaje de los emponzoñamientos por ofidios es bajo, estos requieren una valoración y atención rápida y rigurosa para prever posibles complicaciones y paliar los efectos de una posible inoculación de veneno.