Son profesionales de distintos campos: Enfermería, pedagogía, educación, interpretación de lengua de signos, psicología… y todos ellos compaginan sus trabajos con ser payasos de hospital, una iniciativa que cada vez se expande más y con la que consiguen que cientos de niños ingresados, a través de juegos y magia, vuelvan a sacar la sonrisa, pierdan el miedo y se sientan como en casa.