“La técnica de circulación extracorpórea mediante membrana oxigenada (ECMO, por sus siglas en inglés) permite mantener la oxigenación cerebral y de otros órganos diana, y, por tanto, facilita revertir la muerte súbita en ciertos pacientes en los que las maniobras de reanimación cardiopulmonar no son suficientes”, explica Iván Ortega, enfermero de emergencias y profesor asociado de la Universidad de Alcalá, en la Comunidad de Madrid. Gracias a esta técnica, los profesionales de emergencias y de cuidados críticos pueden trabajar para averiguar la causa de esta situación y abordarla, bien tratándola o resolviéndola.