La úlcera vascular es muy dolorosa por lo que suele ir acompañada por dificultad en la movilidad y disminución de la calidad de vida. Por ello es fundamental una correcta curación de las úlceras junto con un adecuado manejo del dolor y llevar a cabo prevención de caídas.
Se expone el caso de un varón de 71 años que presenta cuatro úlceras vasculares infectadas en miembros inferiores. Para el abordaje del caso clínico se ha realizado la valoración enfermera según la teoría del déficit de autocuidado de Dorothea Orem, se han utilizado las taxonomías de lenguaje enfermero NANDA, NIC y NOC, y se ha aplicado el modelo AREA de Pesut.
Se identificaron los diagnósticos enfermeros de Intolerancia a la actividad y Riesgo de caídas; y como problemas de colaboración las úlceras vasculares, la infección de las úlceras vasculares y el dolor agudo.
Los resultados (NOC) planteados fueron: “Curación de la herida: por segunda intención”, “Tolerancia a la actividad” y “Movilidad”. Las intervenciones (NIC) desarrolladas fueron: “Cuidados de las heridas”, “Terapia de ejercicios (ambulación), “Manejo ambiental (seguridad)”, “Administración de medicación (antibióticos): intravenosa” y “Manejo del dolor: agudo”.
Tras una semana de aplicación del plan de cuidados se consiguió la regresión completa de la infección de las úlceras y una buena evolución de las lesiones cutáneas.