Se suele decir que la Enfermería, y en general todas las carreras sanitarias, es una profesión vocacional, tiene que haber una pasión voluntaria de la persona para dedicarse a ello porque le genera un sentimiento de realización, satisfacción y felicidad. La historia de Ana Cubero fue algo así, con la diferencia de que comienza cuando ella era muy pequeña, cuando nació su hermana Paula.