Olga Carreras no tenía claro qué estudiar. Sabía que tenía que ser una profesión que tuviera un sentido más allá del económico, algo con lo que pudiera ayudar o mejorar las vidas de otras personas. Al terminar de estudiar Enfermería quería probar a trabajar fuera de España y, de hecho, fue a Ecuador a hacer un voluntariado; al terminarlo encontró una oferta de empleo de enfermera quirúrgica en Guinea Ecuatorial, así que se puso en contacto. ¿Qué tenía que perder?