Revista Matronas
Ejercicio físico y recuperación postparto
María de los Ángeles Carrasco García
2016-12-13

Introducción

Introducción: la disfunción de suelo pélvico y la diástasis del recto abdominal son las dos principales afectaciones de la mujer en la etapa del postparto que en muchas ocasiones pasan desapercibidas por parte de los profesionales sanitarios. Un debilitamiento del suelo pélvico puede influir en la salud sexual de la mujer ocasionando incontinencia urinaria, fecal, prolapsos o disfunción sexual. A su vez, la reinserción de la mujer a la vida cotidiana con una faja abdominal flácida y deteriorada conlleva alteraciones en la postura, dolor lumbar y distensión de suelo pélvico. Dado que existe mucha controversia entre profesionales acerca de la realización de ejercicio físico en el periodo postparto, es de gran relevancia destacar las actividades físicas más importantes en las primeras semanas de recuperación tras el parto.
Objetivo: promover el ejercicio físico durante el periodo postparto y la práctica de ejercicios de suelo pélvico en la rutina diaria de la mujer con la finalidad de prevenir posibles alteraciones de suelo pélvico como la incontinencia urinaria o prolapsos.
Metodología: elaboración de un programa de actividades físicas adaptado al periodo postparto una vez haya sido evaluada la posible afectación muscular de la mujer.
Resultados: primero de todo es de gran relevancia enseñar a realizar los ejercicios de Kegel y practicarlos diariamente, ya que son los más efectivos en la prevención y tratamiento de la incontinencia urinaria. Una vez se haya producido la cicatrización de la posible lesión perineal se pueden empezar a rea-lizar ejercicios de activación del músculo trasverso profundo. Posteriormente, en la semana ocho, la matrona evaluará la capacidad de contracción del suelo pélvico y la diástasis abdominal de tal forma que si estas no son patológicas se comenzará con la actividad cardiovascular progresiva de 15 min diarios, tonificación de extremidades inferiores y superiores y ejercicios del core que permiten una buena estabilidad pélvica. Por otra parte, si la mujer presenta diástasis patológica o disfunción de suelo pélvico deberá de continuar con un programa de rehabilitación perineal más exhaustivo y de mayor duración antes de comenzar a realizar cualquier tipo de actividad física que conlleve un aumento de la presión intraabdominal.
Conclusión: es necesario una buena evaluación del suelo pélvico y abdominal para poder asesorar sobre los ejercicios físicos a realizar en el periodo postparto, y que las mujeres tomen conciencia de integrar los ejercicios de suelo pélvico en todas las actividades.

 
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