El método canguro ha sido definido de diferentes formas, pero sus dos componentes esenciales son el contacto piel con piel y la lactancia.
Lo ideal sería que el contacto temprano piel con piel comience inmediatamente tras el nacimiento, al colocar al recién nacido desnudo en posición decúbito ventral sobre el torso también desnudo de la madre.
Esta práctica basada en el contacto íntimo en las primeras horas de vida puede facilitar la conducta materno-neonatal y las interacciones a través de estímulos sensoriales como el tacto, el calor y el olor.
Además, el contacto piel con piel está considerado un componente importante para el inicio satisfactorio en la lactancia.
El mensaje clave es que no se debe separar al recién nacido de su madre a menos que exista una causa médica u otra situación en la que por fuerza mayor no se pueda colocar al bebé sobre su madre (p.ej.: en el caso que hubiese que reanimar al recién nacido).