En la práctica profesional actual existen, entre otros, un conjunto de problemas ético-legales que hacen referencia al derecho a la confidencialidad y a la información de los pacientes, derechos de donde emanan, a su vez, el Consentimiento Informado y el Secreto Profesional. Por ello, es preciso no dejar de reflexionar sobre la importancia de su respeto y de cómo contribuir a que se puedan hacer eficaces esos derechos, para que, de esta forma, la práctica enfermera sea considerada acorde con la ética y la legalidad vigente. No hay que olvidar que aunque hasta hace pocos años la comunidad sanitaria representaba un poder hegemónico frente a los usuarios del sistema sanitario, ahora ha pasado a representar el medio y vehículo seguro para posibilitar la adecuada autonomía del paciente, la familia y la comunidad, así como asegurar la capacidad del paciente para tomar decisiones ante las diferentes alternativas posibles de atención sanitaria y, por lo tanto, también, ante los cuidados enfermeros. En este contexto, es necesario realizar análisis bioéticos de los conflictos de la práctica profesional enfermera, pues aunque pueda resultar una tarea compleja, al asumir como fundamental esta responsabilidad se facilitará la toma de decisiones éticas.