Oinatz Igos comenzó su afición por la lectura cuando estaba estudiando Enfermería. Tras leer la fábula Quién se ha llevado mi queso empezó a buscar e investigar más libros del estilo, llegando a leer más de 60 en un solo año. Tiempo después decidió ser él quien escribiera, pero no sabía qué tema abordar, así que uniendo sus experiencias y vivencias laborales le vino a la mente cómo enfocarlo: recordó a los niños de la Unidad de la Cirugía sin Ingreso, que muchas veces pasaban miedo, no sabían a lo que se enfrentaban, y fue así como nació la idea de Mateo y el Quirófano, un cuento ilustrado dirigido a los niños para ayudarles a superar el miedo al quirófano.