Durante el desarrollo embrionario se produce el cierre
del tubo neural en torno a las seis semanas tras la concepción.
Los llamados defectos
del tubo neural (DTN) se producen como consecuencia de alteraciones en el cierre
del mismo y pueden tener lugar a dos niveles: cerebro y columna vertebral, constituyendo la espina bífida.
La mayoría de los DTN presentan un origen multifactorial, se ha podido demostrar que la deficiencia
del ácido fólico durante la etapa periconcepcional se correlaciona con la prevalencia de estos defectos. El ácido fólico es una vitamina que el ser humano no es capaz de sintetizar, siendo su aporte exógeno necesario porque durante el embarazo las necesidades maternas de folatos aumentan.