Una de las intervenciones enfermeras más relevantes es la Educación para la Salud de los usuarios, sin embargo, de nada sirve diseñar buenos programas de salud si no se sabe como hacerlos llegar a sus destinatarios, si no se consigue que estos los entiendan, compartan y hagan suyos. En este artículo se hace un repaso de los factores que intervienen en la modificación de la conducta y que afectan, tanto al profesional de Enfermería (educador) como al paciente (que recibe la educación), señalando la importancia de considerar en el proceso educativo variables como cultura, ambiente, necesidades de cambio, actitud del formador, etc.
Partiendo del concepto de conducta como “actividad del organismo vivo en relación funcional con su entorno”, se propone una metodología para abordar el proceso educativo que tenga en cuenta los aspectos antecedentes del ambiente, la actividad del individuo y los efectos que sobre el entorno tiene la conducta. Se utiliza como ejemplo el paciente renal en tratamiento de hemodiálisis.