La esquizofrenia es un trastorno psicótico debilitante que afecta al 1% de los adultos. Los síntomas de la enfermedad son altamente variables de persona a persona, pero típicamente incluyen síntomas productivos o positivos (delirios, alucinaciones, desorganización del pensamiento, etc.) y negativos (afecto plano, disfunción social, falta de motivación, etc.), alteraciones cognitivas y alteraciones del humor. La evolución del cuadro también suele estar sujeta a una gran variabilidad interpersonal, aunque la recurrencia de los brotes psicóticos, la progresión de los síntomas y el deterioro funcional progresivo son la norma.