Asociado al maltrato, y desde un punto de vista fisiológico, es relativamente frecuente la presencia de alteraciones del ciclo menstrual, dismenorrea y/o síndrome premenstrual, así como la dispareunia, el vaginismo, la anorgasmia y el dolor pélvico. Todo ello es debido a que las mujeres víctimas de maltrato mantienen relaciones sexuales no deseadas, en las cuales la propuesta del uso de preservativos y otros métodos anticonceptivos resulta casi imposible por la intimidación y el miedo a ser agredidas, incrementándose las afecciones genitales derivadas de la violencia sexual directa, el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. El...