El asma puede ser diagnosticada a partir de síntomas y signos característicos (falta de aire, sibilancias, tos, opresión torácica), generalmente episódicos, con empeoramiento nocturno o de madrugada y que pueden ser producidos por desencadenantes como el ejercicio, las infecciones víricas, animales, tabaco y ambientes húmedos, entre otros. Ninguno de estos síntomas y signos son específicos de asma, por lo que son necesarias pruebas objetivas para apoyar el diagnóstico. En la anamnesis del paciente se han de incluir las preguntas clave para la sospecha de asma: ¿Ha tenido alguna vez ?pitos? en el pecho?¿Ha tenido tos sobre todo por las noches?¿Ha tenido ...