Los primeros intentos de trasplante hepático en la década de 1970 fueron mayoritariamente experimentales y la tasa de supervivencia anual era del 30%. Sin embargo, los grandes avances en inmunosupresión, las técnicas quirúrgicas, la conservación de órganos, la anestesia y atención de cuidados intensivos han mejorado considerablemente dicha cifra hasta llevarla a 85% hoy día. El trasplante de hígado sigue siendo una cirugía de mucho riesgo, además de la gran escasez de órganos, los posibles pacientes receptores se van debilitando hasta que llega ese momento. Por desgracia, las tasas de mortalidad perioperatoria y de mortalidad anual siguen siendo algunas de...