Leutz (1999) distingue tres niveles de integración: colaboración (derivación de pacientes entre instituciones y profesionales), coordinación (acuerdos entre instituciones y existencia de profesionales de enlace) e integración (presupuesto conjunto), cuya pertinencia depende de las características de los servicios requeridos o de las de los usuarios que los requieren. Para poder llevar a cabo estrategias de continuidad de cuidados, las organizaciones sanitarias tienden a establecer distintos mecanismos organizativos entre los que cabe destacar: la formación profesional, la planificación y toma de decisiones en comisiones interinstitucionales e interdisciplinarias, sistemas de información de las historias clínicas, valoración interdisciplinaria, trabajo interdisciplinario mediante protocolos, provisión ...