En primer lugar, cuando se va a dar una clase, hay que informarse a través de una reunión con el tutor o tutora sobre el tipo de alumnado al que se le va a enseñar. Cuando hay que enfrentarse con algún alumno que presenta alguna dificultad, tanto el tutor, maestro de refuerzo o pedagogo terapéutico, tiene que informar de las características del alumno y de las pautas a seguir. En el aula puede haber alumnos con dificultades diversas: menores con problemas de dislexia, discalculia, disgrafía, retraso madurativo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno del espectro autista...
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