La diferencia más grande entre una enfermedad crónica y una aguda es que la crónica es permanente, no está limitada en el tiempo como la aguda (Organización Mundial de la Salud -OMS-, 2017). Al ser permanentes y tener una recuperación muy limitada, las enfermedades crónicas tienen un gran impacto en las vidas del enfermo y de su familia en todos los ámbitos: rutinas, roles, vida social, situación económica, planes de futuro, autoimagen, comportamientos, emociones, etc. También la falta de curación afecta a los profesionales que trabajan con estas enfermedades. El ?para siempre? crea un gran reto para pacientes, familiares y...